Hoy, en la era de los aviones y las rutas veloces, suena extraño que hasta no hace mucho tiempo la
gente se desplazara en tren, por turismo o negocios y se tomara el tiempo para comer a bordo, e
incluso dormir. Porque el tren, en especial en Argentina, era uno de los principales medios de
transporte que unía Buenos Aires con casi todos los rincones del país.
Hoy, en la era de los aviones y las rutas veloces, suena extraño que hasta no hace mucho tiempo la
gente se desplazara en tren, por turismo o negocios y se tomara el tiempo para comer a bordo, e
incluso dormir. Porque el tren, en especial en Argentina, era uno de los principales medios de
transporte que unía Buenos Aires con casi todos los rincones del país.
En las últimas décadas, gestiones gubernamentales desfavorables propiciaron el cierre de
numerosos ramales ferroviarios dejando aislados a una gran cantidad de pueblos rurales a los
cuales, el mismo progreso que les trajo el tren, se llevó en él a sus hijos.
El retorno del ferrocarril es el sueño de los pueblos del interior. Pudiendo recuperar así los
servicios de larga distancia, la comunicación, el turismo y el vagón comedor; ofreciendo al
pasajero disfrutar sabores sobre rieles en días abiertos, ante los ojos sin frontera que miran por la
ventanilla y se adueñan del paisaje que pasa sin regreso.
Presenta
Asociación Civil Museo de Hughes
Hughes – Pcia. de Santa Fe
Argentina